jueves, 8 de marzo de 2018

PIPAS DESAFIANTES

Hola Mundo.

Un vecino del soterramiento conocido como “Paco el carnicero” porque tiene un puesto de venta de carne en la plaza, ha sido sancionado con 1.000 euros por alteración del orden público. Dice el parte policial que "se encontraba junto a un grupo de personas, a la altura del cruce de vías, paralizando el tráfico de vehículos y animando al resto de personas que allí se encontraban para que se unieran a la protesta, colocándose posteriormente junto a la línea perimetral colocada por la policía donde se le vio comer pipas en actitud desafiante lanzando las cascaras hacia el lugar donde se encontraban los agentes". 1.000 euros de multa, 500 euros por pronto pago.






Paco “el carnicero”, como otros vecinos,  narra que protestaba  cruzando de un lado a otro de la calle por el paso de cebra que hay junto al paso a nivel de Santiago el Mayor, lo que acabó ralentizando el tráfico hasta cortarlo de tanta gente cruzando de un lado al otro de la calzada por  el paso habilitado para peatones. "No nos dejan otra opción con un barrio tomado por la policía desde hace semanas " dice. Esa, al parecer, ha sido la alteración del orden público en la que ha incurrido este vecino agravada, al parecer, con la ingesta desafiante de pipas y el lanzamiento de cascaras frente a los agentes de la autoridad.

Los vecinos acumulan ya 40.000 euros en multas en aplicación de la ley se seguridad ciudadana, más conocida como la “ley mordaza” con la que el Delegado del Gobierno, Francisco Bernabé, defiende el orden público en la ciudad de Murcia y advierte “si nos portamos bien, no nos pasa nada”. Me pregunto cuántas multas impuso la Delegación del Gobierno a los regantes y agricultores que en abril de 2017 cortaron los accesos a la ciudad de Murcia con sus tractores durante más de 24 horas en demanda de agua. 

La sociedad murciana empieza a asumir como normal, lo anormal en una sociedad democrática, la aplicación de la ley mordaza a rajatabla para  que los incómodos vecinos del soterramiento (gente de pensiones y sueldos exiguos) se rindan y dejen de protestar para que nada ni nadie retrase ni un segundo la llegada del AVE. Que una juez haya encausado a ocho grandes constructoras para responder por el macrofraude del AVE a Murcia estimado en 60 millones de euros  -10.000 millones de las antiguas pesetas- es pecata minuta para las autoridades políticas.

Evidentemente no se ha multado a nadie por comer pipas de manera desafiante. Sería absurdo,  pero permítanme la licencia tuitera con el “titular” para resumir y llamar la atención sobre lo esperpéntico de la situación que se está viviendo en Murcia y que ha llevado a Amnistía Internacional a interesarse por el asunto. La hemeroteca está repleta de "fake news" alusivas al AVE y el soteramiento por parte de las autoridades políticas, que no dejan de frabricar argumentarios infumables y que han hecho que rebose el vaso de la indignación vecinal que, lamentablemente, está comprobando que los cauces democráticos de participación son inútiles y solo reciben multas y algún que otro palo de la policía.

 "Si la pasarela peatonal es provisional, porqué no ha de serlo la estación provisional del AVE en Beniel" argumentan los vecinos que se hacen más fuertes a cada multa que reciben. Las sanciones de la Delegación del Gobierno están teniendo el efecto contrario al perseguido. A los vecinos de las vías con las multas les pasa lo que a los gremlins con la comida después de medianoche.

Ana Jiménez, más conocida como “la abuela del soterramiento”,  recordaba ayer desde la Asamblea Regional a donde acudió invitada por el grupo parlamentario Podemos, que más de 50.000 personas se manifestaron  en Murcia capital por el soterramiento de las vías y contra la llegada del AVE en superficie con el lema “no al muro”  “y no nos han hecho ni puto caso”. Ana, con razón, cuestiona que vivamos en Democracia y asegura “estamos padeciendo una dictadura y una dictadura férrea porque no hacen caso al pueblo sino que arremeten contra el pueblo” y  lo dice una mujer que a sus 82 años sí sabe qué es una dictadura porque la ha padecido en España. 


No, no han multado a nadie por comer pipas de manera desafiante, pero es todo tan disparatado, absurdo y esperpéntico que acacabarán haciéndolo. Al tiempo.  Bienvenidos a Murcia Today.