viernes, 7 de marzo de 2014

ÉRASE UNA VEZ UN ARQUITECTO, UN PUBLICISTA Y UN COCINERO.....






Hola Mundo.

¿Qué tienen en común el consejero Cruz, la Sala de Exposiciones de Verónicas, los garbanzos, la calabaza, las habichuelas y las judías? Pues que todo forma parte de un mismo potaje llamado OLLA GITANA. La última idea de Cruz a pagar con dinero público. Una performance para dinamizar la citada sala de exposiciones  ideada por  un arquitecto, un cocinero y un publicista. El publicista es Jorge Martínez que quizá les suene. Fue el creador de la tan polémica como inútil campaña de promoción turística "Murcia No Tipycal" y Karabatic por la que pagamos 3 millones de euros. 

Supongo que andaría pensando el consejero Cruz algún día del año pasado -es lo que tiene ser tan inquieto, impetuoso, talentoso y creativo-  que tuvo la idea de llamar al cocinero, Juan Carlos Ruiz; al arquitecto,  Miguel Mesa del Castillo y al ya mencionado publicista a los que pidió ideas geniales para dar vida a la Sala de Exposiciones de Verónicas, dependiente de la consejería de Cultura y fomentar la creatividad. Y el resultado fue, tras varias tormentas de ¿ideas?, un proyecto denominado Olla Gitana consistente en dar de cenar  gratis a 8 comensales el tradicional potaje murciano mientras charlan animadamente y cualquiera les puede observar desde casa ya que cada cena será retransmitida en directo por Internet.

De los 8 invitados a cada cena sólo uno es designado por la organización, el relator, que debe seleccionar a su vez a una sola persona y ésta a la siguiente. De este modo se irá completando la mesa. Las instrucciones que cada comensal (empezando por el relator) debe seguir para escoger sucesivamente a los invitados son: debe pertenecer a un género distinto, debe residir al menos a 1,0 km de distancia; debe tener una profesión distinta; y debe haber una diferencia de edad de, al menos, 10 años. 

En total 192 invitados, 24 cenas, a celebrar todos los martes, miércoles y jueves, a partir de las 20:30 horas que la sala de exposiciones cierra al público, en cuanto el consejero Cruz de el visto bueno definitivo a los tres comisarios de la performance. Y eso podría ocurrir en breve a no ser que algún superior le diga al consejero Cruz, si no lo ha hecho ya, que con los tiempos que corren y la que está cayendo políticamente en la región, no es momento para crear polémicas ni de gastar dinero público en dar potajes gratis a 192 individuos mientras charlan de sus cosas y los demás miran por mucha creatividad que eso fomente. 

Aunque puede que ya le hayan apagado el fuego a la Olla Gitana. Me aseguran que la primera cena estaba prevista para el jueves 6 de marzo y que los invitados a esa cena fueron desconvocados pocas horas antes con la excusa de "un problema técnico". Algunos han pensado que quizá está muy reciente la imagen del concejal del Festejos del PP de Jumilla disfrazado de Virgen bajo palio en carnaval y que el escenario de la culinaria performance sería el altar mayor de la vieja iglesia desacralizada de Verónicas. Puede que no tenga nada que ver pero nunca se sabe.  La gente está muy sensible y suspicaz últimamente. 

Pero no teman.  Les sigo contando. Olla Gitana es algo más que una cena a base de potaje -no sé si deconstruido- en un cenador de diseño. Deben saber que Olla Gitana "propone rescatar la mesa del comedor como un objeto sociotécnico que involucra a personas sentadas a su alrededor" y "se desarrolla a través del diseño de un dispositivo que ayuda a reivindicar y hacer visibles aquellas prácticas innovadoras que se encuentran instituidas informalmente en las ciudades de Murcia, para dar voz a la innovación en los contextos ordinarios y dibujar un mapa de creatividad en la Región ampliando las cartografías ya consensuadas". 

No me negarán que el argumento no es convincente. Pues forma parte del resumen del proyecto presentado a la consejería de Cultura. También puede ser que no hayan entendido bien su sentido. Eso puede ser  porque, como a mi,  les falte talento creativo. Seguro que tampoco saben que cuando el domingo usted acude a comer el arroz y conejo a casa de los suegros..... está formando parte de un "Proyecto de Institución Ligera" ¿Y qué es eso? Pues ya deberían saber que para los geógrafos urbanos Ash Amin y Nigel Thrift, una Institución Ligera es "aquella que está constituida por prácticas urbanas que, si bien no representan el centro de la economía de la ciudad, sí que son fundamentales para que aparezcan oportunidades  no previsibles" como puede ser un partido de fútbol, las peluquerías, los bares o un comedor en el momento de la cena.  Pues eso. Que Olla Gitana es una especie de Institución Ligera o, al menos, eso dice el proyecto. 

Tan peculiar Olla Gitana ronda lo 15.000 euros y, por lo que me dicen, se iba a poner en marcha el pasado mes de octubre tras un intenso y creativo verano. Un proyecto que el consejero Cruz vendió como en su día como " novedoso, sensual y sugestivo" y pionero en el ámbito nacional.

La cuestión es que, de momento, no hay fecha para Olla Gitana. Lo que sí sabemos es que a los murcianos, los cool y los no cool, ya no nos sorprende nada. Es más, me atrevería a decir que nos hemos graduado con nota en arte contemporáneo. Tengan en cuenta que  hemos tenido que reflexionar sobre la profano y lo sagrado con un tal Jimmy Durham que convirtió la sala de Verónicas en una especie de vertedero que llenó de restos de basura y desechos en el denominado Dominó Canibal-2010 por no hablar de las barbacoas de Cristina Lucas que, tras asar decenas de chuletas de cerdo y dar de comer a un buen número de gente en el Malecón,  las utilizó para decorar la sala de exposiciones formando una gran cruz. 

Hemos visto a dos sujetos con mucha cara, Abraham Poincheval y Laurent Tixador, cobrar su buen dinero por una mobil home troglodita consistente en excavar un túnel bajo tierra durante 20 días en el Malecón con herramientas pintadas de vivos colores, para salir y decir que "habían encontrado en su viaje subterráneo restos de la civilización del siglo XX y que habían tenido que defecar en bolsas de papel". Aquel proyecto se denominó "Horizonte menos 20" y formó parte del Cendeac 2008. Y nos hemos emocionado con una gigantesca montaña de escombros en un céntrico solar de la capital murciana obra de Lara Almarcegui.

¿Qué quieren que les diga? Pues que llegados a este punto, me he quedado sin palabras. Juzguen ustedes mismos y lleguen a sus propias conclusiones. Y que conste que me encanta la olla gitana que hace mi madre pero ¿de cena?.